No
nos buscamos.
La
vida nos tenía reservado el encuentro
de
nuestros ojos aquella tarde
y
entramos a ese mundo tan nuestro
donde
los días y las noches
van
y vienen con tu nombre y el mío
como
una marejada sutil de amor
que
nos ciñe el alma. continuación del tuyo
.Eterna
será la fuente de tu corazón
que
canta en tus palabras
como
el suave susurro de un agua mansa.
Eterna
la luz que te cubre entera
al
llegar la azul claridad del alba
o
cuando las sombras se parecen a la nada.
Eterno
el regocijo de sentirnos uno
más
allá de todo... más allá de la distancia.
Regalame
siempre tu sonrisa
el
suave estallido de tu alegría
las
palomas mensajeras de tus manos
tus
pasos desnudos sobre la vida.
Regalame
siempre la luz de tu mirada
tu
piel oscura de uvas maduras
tu
boca poblada de frutos suaves
tu
voz donde el amor tiene su campana.
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