Cuando te siento llegar
se agitan mis olas de lujurioso mar,
mi alma se embriaga con las mareas
que me entregan toda su sal.
Es tan noble lo que siento
es tan bizarro mi presentir
que ya no lo puedo callar.
Por eso le pido al viento
que te lleve mi abrazo
y enredados en la magia,
nos volvemos a encontrar.
Cuando mi mar se aquieta,
tu lo vuelves a agitar
y las olas suben a las nubes
van a tapar a la luna
para que no espíe nuestro andar.
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